La Tribuna de Albacete, Juan Carrizo – lunes, 16 de junio de 2025
El Club Albacetense de Tiro de Precisión rindió su homenaje al fallecido ‘Pepe’ Palomares, que nos dejó con 86 años y tras 46 formando parte de este deporte
Hay gente que deja una huella imborrable y una de ellas fue José Juan Martínez Palomares, Pepe Palomares, que falleció en marzo con 86 años, dejando un reguero de amistad sincera y amor por este deporte que transmitió durante los 46 años que formó parte del Club Albacetense de Tiro de Precisión.

Cercano, amable, compañero, consejero, todos estos adjetivos se quedan cortos cuando sus compañeros hablan de una persona cuya ausencia ya se deja sentir. «Las tertulias del café en el club ya no son las mismas», decía el presidente, Faustino Piñán, que empezó en el tiro también hace 46 años.
Es por ello que el club quiso rendirle un homenaje con un torneo al que tuvieron que poner tope de 90 participantes porque todos querían estar, llegando gente de Cuenca, Alicante o Valencia.
El club preparó un altar con una foto de Palomares y sus armas preferidas donde solía tirar y se le puso su nombre a una de las canchas neumáticas, con una placa que descubrieron sus nietas en un emotivo acto.


La familia fue la encargada de dar los premios, «El ganador fue un chaval de 18 años y quiso recoger el premio con la foto de Palomares. Un recién llegado, como quien dice, y el chaval se infló a llorar», relató Faustino Piñán.
Lo que no estaba preparado fue la aparición del presidente de la Federación de Tiro Olímpico de Castilla-La Mancha, Fernando Herrero Vidal, que llegó por sorpresa para hacer entrega a la familia del nombramiento de Pepe Palomares como presidente de honor de la federación. El detalle fue recibido con emoción por todos los miembros del Club Albacetense de Tiro de Precisión.
Uno de sus miembros, Julián Clemente, relataba una anécdota. «Discutíamos sobre si una pistola estaba bien calibrada o no, con los auriculares, los tapaojos, y apareció Palomares, con una bolsa en una mano. Sin soltarla cogió el arma, la miró, disparó al blanco que estaba a 25 metros y dijo ¿había cuatro dieces, verdad? Pues ahora hay cinco, la pistola está bien. Eso con 86 años, así era Palomares».